La vida, yo creo que, ya no volverá a ser lo mismo desde aquel 18 de agosto que partí de Pamplona, camino de Huesca, para unirme a una diocesis en la que apenas conocía a nadie. Salimos a las 16:00 a Madrid conscientes de la importancia, que para este grupo de unas 90 personas, tendría encontrarse con otros dos millones de católicos y más concretamente con Benedicto XVI.
El primer día todo apuntaba a que ir al via crucis era casi misión imposible, pero como los navarros y los aragoneses, si destacamos por algo es por cabezonería nos dispusimos un pequeño grupo a acudir a él tomándonos la mañana para hacer turismo. El turismo pasó por lugares emblemáticos como Colón, Alcalá, Recoletos, Génova... Para el via crucis, tras una comida no demasiado ligera, nos tocó esperar tres horas (16:00-19:00) para más tarde estar otras dos horas durante la celebración.
Pero tras esta paliza, la mayoría no éramos conscientes de lo que aguardaba el siguiente día. ¡La marcha a Cuatro Vientos¡ No sé exáctamente cuanta distancia, era pero nos costó 4 horas, de los 16 minutos que anuncia google maps. Tras tal camino a un servidor le dió un golpe de calor en medio de lo que yo llamo el desierto de Cuatro Vientos.
Tras todo ello, nos esperaban unas cuantas horas hasta la llegada del Santo Padre al Aeródromo amenizadas por la música de Cadena 100. Tras su llegada y los saludos protocolarios con las autoridades presentes en el lugar: Príncipes de Asturias, políticos del PP (según algun medio estaban haciendo campaña con la visita) y algun otro del PSOE... La vigilia fue uno de los momentos mas impactantes y emocionantes debido a la lluvia que caía con fuerza sobre el millón y medio de fieles ahi congregado y que obligó al Papa a reducir su dicurso de manera drástica.
La Santa Misa se produjo en cambio en medio de un calor mortal de nuevo, que hizo relucir los paraguas ,pero por un motivo bastante diferente. Tras una también muy emotiva Misa y despedida nos llamó a "Evangelizar el mundo (...) y rezar por aquellos ateos para que crean en Dios".
Tras la Misa y el anuncio de que Rio de Janeiro será la próxima sede de la JMJ en 2013, ya que se adelanta un año debido a la celebración del mundial de fútbol el año siguiente; tocaban tres horas más de regreso al Colegio para coger el autobus que nos devolvería a Huesca.
El autobus, un auténtico show tras la parada en Guadalajara, debido a que el conductor amenizó el viaje con música más propia del inserso que de una Jornada Mundial de la JUVENTUD. Pero pudimos disfrutar de grandes éxitos como "la abuela fuma, la abuela bebe", canciones de el Fary y Manolo Escobar, y el himno de España (con letra que todo el mundo sabía).
EL anecdotario que es inmenso lo guardo para próximas entradas en función de la aceptacion que reciba esta, pero es de lo más numeroso.
